Empiezo a escribir sin pensar mucho. No tengo un tema en específico. Di mil vueltas antes de sentarme. Entre el mate y otras cosas que hago antes de sentarme en la pc pasaron unos veinte minutos, veinticinco minutos por lo menos.
Miro el cursor, la hoja en blanco. No se me ocurre nada. Sigo escribiendo igual pero siento que se me agotan las palabras, que no tiene sentido lo que estoy escribiendo pero no quiero parar. Mis pensamientos están junto a cada caracter que voy escribiendo (mientras vos leés). Me da la sensación de que si dejo de escribir palabras no voy a poder escribir nada.
Pausa. Me tomo un mate.
Dije que iba a compartir mis intenciones en este tratar de mejorar en estos 100 días antes de mi cumpleaños.
Estos fueron los propósitos que me puse cuando arranqué:
Ocupar mejor el tiempo
Generar un ingreso nuevo
Redes sociales (revisar tiempo que paso en ellas)
Planificar clases (pensar clases nuevas)
Aprender a decir que no (o al menos pensar dos veces las cosas)
Ahorrar
Leer un poco más (no sólo novelas)
Mejorar mi actividad física (empezarla por lo menos porque no estoy haciendo nada)
Tengo muchos otros propósitos, un tanto más personales por eso no los voy a compartir acá.
Con estos que escribí ya alcanza para que vayamos intentando que funcione.
¿De dónde sale esto de 100 días para mi cumpleaños?
Hace un par de años tomé una decisión con respecto a mi situación laboral. Trabajar lo justo y necesario para tener tiempo. Es decir, cubrir todos los gastos necesarios para vivir - en mi estilo/nivel/forma de vida- (alquiler, internet, servicios, teléfono, un plus para compras cosas varias y una cantidad mínima para ahorrar).
Durante bastante tiempo esa ecuación me cerró muy bien. Trabajaba para no agotarme, trabajaba para disfrutar de lo que estaba haciendo y lo que es mejor aún, me quedaba tiempo (bastante) para hacer lo que quisiera: desde disfrutar del sol un martes a las dos de la tarde a dormir a pata suelta los miércoles o viernes a la mañana.
Esta decisión, en su momento, fue bastante cuestionada por mi entorno.
“Estás en tus veintis/treintis, cómo no vas a esforzarte ahora para tener tus cosas propias más adelante” “No dejes pasar el tiempo ahora que sos joven, trabajá más para estar mejor en el futuro” “Esforzate mucho ahora que podés”
Siempre me hizo ruido esa idea de: “hay que sacrificarse ahora para disfrutar después”. ¿Y si después me muero? Ah re trágica taturrri. Aunque igual siempre es una posibilidad.
No voy a desarrollar esta idea porque en este post es sólo un comentario al pasar.
Por supuesto que no dejé libre ese tiempo sólo para hacer cuestiones de ocio (que igual no hubiese estado mal). Dejé ese tiempo para airear mi trabajo y mi vida personal.
Soy docente por lo que ese “airear” terminó siendo, en gran medida “planificar para mañana”. Podía hacerlo sin prisa y eso le daba otro sabor pero igual no dejaba de ser algo que de todas maneras hubiese hecho. Aún sin tener tiempo de sobra.
Entonces fue ahí que mi cabeza hizo click.
Si yo antes igual hacía esto (planificar mis clases) aún sin tener el tiempo…
¿Por qué ahora estoy ocupando este tiempo que tanto me costó liberar?
Por esos momentos yo había pescado al azar en spotify un podcast de productividad. Me sedujo el nombre. Productividad en equilibrio. Recomiendo mucho la escucha (o la lectura del newsletter).
En uno de esos primeros capítulos se habla acerca del tiempo y hay una frase que a mi me quedó dando vueltas en el coco.
“Hay acciones que quitan y acciones que CREAN tiempo”
Y fue ahí que comenzó toda esta cuestión de organizarme y tratar de mejorar. Si bien el podcast está un poco más orientado a las personas que tienen un emprendimiento en particular o son freelancers, se puede aplicar en todos los niveles de vida.
Escribir y sostener la escritura en el tiempo forma parte de una de estas cosas en las que me propuse mejorar. Me gusta escribir. Siempre quise escribir (no necesariamente para que otros me lean aunque obvio, es un plus).
Nunca lo había hecho porque “no tengo tiempo” “de qué voy a escribir” “a quién le importa lo que escribo” “está horrible esto que escribí”.
Siempre había una excusa. Hasta que entendí que no existe la perfección y que el tiempo nunca va a “caer del cielo” que hay que hacer.
H - A - C - E -R.
Soy consciente igual de que escribo cosas sueltas o sin sentido. No es un libro, no es un artículo, no es una tesis. Lo que estoy haciendo acá es el ejercicio de la escritura. Es eso lo que me importa: demostrarme a mí misma, que puedo hacer lo que sea que me proponga.
Volviendo a los 100 días y las cosas que tengo que mejorar, aún estoy en proceso de análisis y de tratar de entender las cosas que hago “naturalmente” pero en estas tres semanas que llevo desde que empecé a crearme tiempo puedo decir lo siguiente (y lo escribo acá para compartir pero en realidad es para felicitarme a mi misma):
Actividad física:
Comencé a dejar el transporte público para ir a trabajar. De cinco días a la semana por lo menos tres, voy en bicicleta.
Organicé los paseos del perro. Cuarenta minutos día por medio o cada dos días. Trato de alternar los días de la bici con los paseos para que no coincidan y así estar todos los días haciendo algo.
¿Qué pensaron? ¿Que iba a poner que estoy entrenando para correr una maratón? ¿Que voy mil horas al gimnasio? Me encantaría pero conocerme y entender la forma de uso del tiempo que tenía me permitió entender que -por el momento- no podría hacer eso, aunque quisiera. Y no lograrlo se sentiría raro. Prefiero ir paso a paso, diría Mostaza.
Dejar el transporte público me hizo ganar por lo menos una hora al día y esos cuarenta minutos de caminata con el perro (además de fortalecer el vínculo con él) también me sirven para escuchar algún podcast de mi interés o simplemente para desconectar la mente y sentir todos los sonidos del ambiente. Para estar de verdad.
¿Hace cuánto que no hacés eso? En estos tiempos todo pasa por el sentido de la vista. Nos ponemos auriculares para aislarnos del mundo porque el ruido de la soledad molesta, aunque no se escuche. Priorizar el sentido del oído no es tan sencillo como parece pero esto será tema para otra publicación). Igual si te pica el bichito de la curiosidad, acá hay algo.
Generar un nuevo ingreso
Armé, organicé
y estoy puliendomi perfil en linkedin.
Mi idea es generar un ingreso que no tenga que ver con la docencia. Estuve estudiando bastante el asunto y mi logro en este punto está en que logré que mi CV pase los scanners ATS y llegar al contacto con un humano. Aún no quedé en ningún trabajo pero siento que no falta mucho.Retomé varios cursos que tenía pendientes por hacer en Domestika. Cursos que en su momento compré porque me interesaban pero que nunca hice “porque no tenía tiempo”. Son cursos que van desde carpintería hasta pintura con acuarela. Planeo terminarlos en estos 100 días y aunque no sé si son cosas que me van a generar un ingreso directamente, sé que son habilidades que puedo sumar.
Me apunté a una simulación laboral tech para tratar de entender cómo funciona el mundo remoto. Lo hice acá, en No Country asi que también estoy aprendiendo a usar software y apps que no tenía ni idea que existían. Empiezo el 1 de julio.
Redes sociales
Esto me costó un poco más. No me daba cuenta de todo el tiempo que paso scrolleando
(boludeando podríamos decir también)en redes. Todavía no soy lo suficientemente consciente de eso igual pero tengo una app que me pregunta para qué quiero abrir instagram, por ejemplo cada vez que quiero entrar.
Es esta. One-secEstoy tratando de organizarme y de poner un tiempo en específico para usarlas. Por lo pronto estoy tratando de que no sea cuando estoy comiendo, que no sea antes de dormir ni cuando recién me levanto, que no sea cuando estoy mirando tv, que no sea en el baño (sí, lo llevaba al baño, ustedes también, no se hagan).
Descubrí que no estoy prestando atención a un montón de cosas por estar con el celular mientras las hago. Estoy tratando de enseñarle a mi cerebro a hacer foco y concentrarse en la actividad principal. Hay días en los que lo logro con mayor facilidad y hay días en lo que pierdo por goleada.Algo que me ayudó bastante fue desactivar la mayor cantidad posible de notificaciones y volver a poner el teléfono en sonido. Sí, en sonido.
¿Vieron que dije antes algo de que usamos sólo el sentido de la vista? Bueno, cuántas veces agarrás el teléfono para VER si tenés algo importante porque lo tenés en silencio? Y encima se supone que está en silencio para que no moleste jaja pero es más fuerte la necesidad de VER.
Desactivar las notificaciones innecesarias y ponerlo en sonido hizo que el teléfono no suene a cada rato. Silencié grupos, chats, correos, y otros pero no sólo eso sino que asigné notificaciones específicas a cada cosa. Mi familia tiene un sonido, mis amigos tienen otro, etc. y asi puedo anticipar, cuando suena el teléfono, quién está del otro lado sin tener que ir a VER.
Si es urgente insistirán y si es más urgente aún, llamarán directamente. Esto me permite tener el teléfono lejos y no tentarme de usarlo.. Es súper difícil igual pero he rescatado muchísimo tiempo. Por lo menos 2 o 3 horas en el día.Ni quiero hacer la cuenta pero2hs por dia, son 14 a la semana, 56 al mes, etc.
Dos días y 4hs pelotudeando. Muchísimo. Creo que tenía un problema y no lo estaba viendo. Dos días. Yo no te puedo creer.
Planificación de clases
Me pasa que siento que estoy en una especie de meseta con respecto a la docencia. Tengo ocho años de antigüedad en el sistema, en distintos niveles, modalidades y edades. Tengo clases armadas para tirar para arriba.
Las he revisado, adaptado y probado miles de veces. Sé a ciencia cierta que funcionan, que no fallan y, no es por mandarme la parte(o un poco sí, ¿por qué no?)pero no son clases así no más. Son clases que me garantizan resultados y meterme al bolsillo a los estudiantes y las autoridades de la escuela desde el día uno.
Pero me aburren ya. Estoy dando clases a las que yo no asistiría. Necesito barajar y dar de nuevo. Necesito enamorarme otra vez de lo que proponga. Seducirme a mi misma. Es lo más dificil de estos cien días porque siempre caigo en saco roto. Como ya tengo clases listas…
En uno de esos raptos de machacarme con cosas que no estoy haciendo recordé este texto (La clase. Un milagro) que un poco me iluminó.
Me propuse por lo menos dejarme un tiempo en la semana para pensar cosas nuevas (y escribirlas y armarlas, etc). Sólo escribir, no tener la prisa de tener que llevar algo nuevo y el saber que en algún momento voy a tener un lindo paquete de clases nuevas para probar, está haciendo que disfrute las que ya di mil veces (como si de repente fuese una especie de despedida, un hasta pronto y no siento en mi cabeza la frase que me venía machacando -hace bastante ya- de “otra vez, otro año haciendo estas cosas. Siempre lo mismo”.
Aprender a decir que no
Me estaba pasando que siempre estaba disponible para los demás. ¿Podés hacer esto? ¿Me ayudás acá? Necesito esto, necesito lo otro.
Mi respuesta era siempre la misma. “Bueno, sí” y muchas veces dejé sin hacer cosas propias por cumplir con los demás.
Ordenar mis horarios y actividades (desde las más complejas a las más simples) me está ayudando a decir que no o al menos pensar dos veces antes de decidir qué es lo que quiero hacer. ¿Cómo? Muy simple. Trato de cumplirme a mi misma.
Si yo, el martes a las 15hs, tengo marcado en mi calendario que tengo que hacer un paseo con el perro voy a priorizar eso y en todo caso te diré: “a esa hora/día no puedo. Puedo tal otro”.
Siempre dejo un margen para imprevistos igual, no es que voy a priorizar el perro si alguien realmente necesita ayuda urgente(o quizás sí jaja)pero pasa muchas veces que la gente no tiene en cuenta tu tiempo y hacen parecer el pedido de ayuda como algo que necesitan ya ya ya cuando en realidad no es así.
Leer
Con leer me pasa algo muy parecido a lo que me pasa con las clases
(no es que leo siempre el mismo libro jaja)sino que estaba usando la lectura como una forma de escape, de distensión.
Obvio, no está mal pero quiero incorporar el hábito de la lectura un poco más a conciencia podríamos decir o de textos un poco más difíciles.
Aún estoy trabajando la cuestión de mi atención con respecto a eso porque ufff! cuesta. Por lo pronto vengo rotando distintos horarios de lectura en la semana. Horarios cortitos. Cuarenta minutos, no más de eso. Todavía no encontré el horario que me siente mejor para estas cosas pero supongo que ya aparecerá.A la noche si, lectura distendida. No la voy a negociar por ahora.
Ahorrar
Me costó bastante entender que ahorrar no necesariamente significa poner/tener dinero en algún lugar o comprar dólares, por ejemplo.
Estas cuestiones las comentan (y muchísimo mejor que yo) acá (Amiga, hablemos de plata). Si te identificás con lo femenino, casi diría que es una lectura obligada.
Yo pasé mucho tiempo diciendo que no tenía capacidad de ahorro simplemente porque no tenía el hábito de poner/tener dinero en lugares hasta que analicé y entendí mi relación con el dinero (otra vez, en este posteo lo explican mejor). Cuando me cayó la ficha de que con las decisiones que yo estaba tomando (con respecto al trabajo, por ejemplo) entendí que estaba ahorrando en otras cuestiones. En salud física y mental, por ejemplo. En calidad de vida. (Igual puede ser que salga a la calle y me pise un auto pero). En tiempo.
Ahorrar en tiempo hizo que yo pueda vencer el miedo que da el desconocimiento de esas cosas. Me organicé, me informé y comencé a dar mis primeros pasos en el mundo de las inversiones. No voy a explicar, ni recomendar nada de nada (otra vez, acá lo explican mejor o -si les interesa el mundo de las criptomonedas- acá también lo explican mejor. Criptoamicha) simplemente comparto mi experiencia de cómo llegué a ese mundo porque yo antes era de las que metía billetes en un tarrito, dejaba de comprarse cosas para poder llegar a tener esto, a tener lo otro o compraba todas las ofertas habidas y por haber.
No es que me haya cambiado la vida esta cuestión (tampoco me volví millonaria jaja) pero al menos soy más consciente de las decisiones que tomo con el dinero.
De dar vueltas en la escritura de los primeros párrafos hasta acá.
Sin querer me salió un escrito recontra largo.
Ojalá estés leyendo esto aunque sea por curiosidad, no quiero aleccionar a nadie pero quizás algo te resuena.
Para que no tengas que volver para arriba, si algún link te interesó, te los comparto en orden acá:
Podcast: Productividad en equilibrio
App para bloquear el uso de las redes: one sec
La clase. Un milagro - Pablo Lang
Nos vemos el domingo que viene
P.D: si querés dejar un comentario pero no podés por acá porque qué paja hacerse un usuario y bla bla bla. Podés hacerlo acá
Amé este post! y me llevo un montón de cosas, sobre todo esto: “Hay acciones que quitan y acciones que CREAN tiempo” (y creo que podemos cambiar la palabra tiempo por salud/ dinero/amor/ paciencia/ buenos vinculos y otro montón de cosas importantes... e igual aplica!)
Llego acá desde Amiga, hablemos de plata, y como la mesa es redonda y compartir es la que va, te dejo esto que escribí hace un tiempo: https://mediomundo.red/la-gente-buena-tambien-dice-no/